El Gerundio como principio

domingo, 30 de septiembre de 2007

El Gerundio como principio

Pensando en momentos de mi infancia recordé los períodos de espera de algún evento ansiado, como la Navidad, el Niño Jesús, mi cumpleaños, una fiesta o algún viaje. Su llegada se hacía eterna y deseaba que el tiempo pasara volando. En la adolescencia esperaba casi lo mismo pero sumándole el primer novio, el primer beso o la mayoría de edad. Quería crecer y ser adulta tan rápido como fuese posible y así tener mas libertades, estudiar lejos de casa (para los que tuvimos la oportunidad), tener un poco de “independencia”, conocer personas, lugares y vivir diferentes experiencias.
Hoy en día, adulta, profesional, casada y madre percibo la vida y el tiempo de manera diferente, tengo mas libertades pero también más responsabilidades y mas sacrificios. Los eventos importantes se presentan de manera casi imprevista, los cumpleaños, los aniversarios, las navidades, el Niño Jesús… El tiempo no nos sobra, ni lo esperamos como tampoco nos espera, pasa rápido y es implacable.

Al tener diferentes percepciones del mundo a lo largo de nuestra vida presentamos a su vez diversos conflictos emocionales que manifestamos de variadas maneras según sea el caso. Eso es lo que llaman “crisis existenciales” y “La crisis de los cuarenta” (años de edad) es una de ellas, la cual estoy padeciendo de manera leve y prematura.
La sintomatología es visible cuando existe el deseo de vivir intensamente y aprovechar al máximo el tiempo de vida restante, como si de un enfermo terminal se tratase. En etapa crónica, a muchos hombres les da por comprarse una Harley Davidson y pasearse con una menor que pareciera ser su hija (o su nieta) pero que no lo es. A muchas mujeres les da por inyectarse el inexpresivo Botox y hacerse retoquitos para estirar la juventud.
Común es proponerse a viajar por todo el mundo sin dejar de visitar el más mínimo rincón, o experimentar diferentes cosas que antes no se atrevieron a probar. Otros retoman sus antiguos vicios. A mi simplemente, me dió por Gerundiar…

Gerundiar: Prodigar, derrochar, despilfarrar los gerundios en el lenguaje.
Gerundio: Forma verbal invariable del modo infinitivo, cuya terminaciones regulares son ando e iendo y denota la idea del verbo como ejecutándose en presente.

Ando iendo rumbo a los cuarenta, ando iendo aquí y ahora, ando iendo hacia adelante para crecer y evolucionar, ando iendo a aprender y hacer lo que me sea de utilidad, ando iendo a sacarle el jugo a la vida, al día, a la hora, al minuto, al segundo.
Ando iendo con mis gerundios vitales que me hacen feliz y enriquecen mi espíritu:
Queriendo, enseñando, cantando, riendo, diseñando, aprendiendo, estudiando, inventando, dibujando, viviendo, fotografiando, leyendo, blogueando, sintiendo, soñando, durmiendo, posteando, creciendo, criando, amando, despertando, ideando, observando, tocando, creyendo, viajando, participando, festejando, corriendo, volando, buscando, conociendo, bailando, comiendo, degustando, recordando, divirtiendo, trabajando, disfrutando, oyendo, hablando, escuchando, navegando, durmiendo, nadando, pensando, escribiendo, ordenando, haciendo, dando, creando, anhelando, compitiendo, jugando, regalando, insistiendo, demostrando, enamorando… Ando iendo.