El Gerundio como principio

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Mientras transcurría el Blogstock




Merodeando un día la web, tratando de conseguir información sobre los blogs, luego de enterarme por la prensa, meses atrás, de esta nueva forma de expresión interesante y accesible (nueva para mí por supuesto), me topé con el anuncio de un evento para blogueros llamado Blogstock, inmediatamente llamó mi atención, no tanto por el sancocho, ni la curda o la rumba que promocionaban, sino porque además de realizarse tan cerca (en Barquisimeto) era la ocasión ideal para conocer más sobre el tema y aprender de otros en vivo y directo. Lamentablemente en estas ciudades queridas de Acarigua - Araure no es muy abundante este tipo de información.
Después de varios días pensando en el Blogstock, decidí probar suerte contactando a los Guaros organizadores y averiguar que se necesitaba (aparte de tener un blog) para asistir al evento. Su respuesta no fue la que esperaba pués tenía que haberme anotado anticipadamente en una lista que ya había cerrado también con anticipación y así de esta manera podrían tener el tiempo suficiente para organizar todo en función del número de participantes inscritos.
Siempre me ha molestado llegar tarde a cualquier lado porque se pierde una parte importante de las cosas, y en este caso, le llegué tarde a la información. Tendría ahora que esperar un año para poder asistir y me costaba asimilarlo. Adopté el lema promocional “No estás preparada para tanto” para autoconvencerme de que este no era el momento ideal para asistir, sin embargo sí lo era.
Pocos días después desvíe totalmente la atención al recibir un e-mail de Teresa Mulet, amiga diseñadora de Caracas, que contenía información sobre un Taller de Diseño organizado por el British Council desde el 15 al 19 de Octubre de este año y que llevaba por nombre “Souvenirs del siglo XXI”
Llené la planilla web respectiva para entrar en la selección, la envíe y resulté escogida junto a otras 19 personas. ¡Qué alegría!!!, después de un largo receso sentía nuevamente que entraba en circulación, y lo más importante, aprovecharía el tiempo.
Comencé a planificar mi viaje, mi esposo me llevaría aprovechando el puente del 12 de Octubre, saldríamos en Caracas ese fin de semana, el vería a sus amigos y yo a los míos, y retornaría a Acarigua – Araure el Domingo solito para trabajar el lunes. Luego me iría a buscar el fin de semana siguiente. Así lo hicimos, arrancamos el viernes feriado hacia la capital, (día que comenzaba “El Guateque Tuyero Destroy”) delegando la responsabilidad de nuestras hijas entre las dos abuelas.
Ya en Caracas el primero a visitar fue Marlon Lares, pana de Roberto (mi esposo) desde su época de estudiante universitario y guitarrista roquero. Luego con él fuimos a casa de Marianella ¿? astróloga, actriz, pintora, y no sé que más. Ahí estuvimos junto con otras personas en una velada bastante agradable.
Al día siguiente, después de un desayuno – almuerzo bastante resuelto, Roberto se decidió a grabar una canción, que llevaba tiempo rumeando, en el estudio que Marlon tiene en su casa. Entre acordes, internet y tazas de café imaginaba como sería ese día lunes de Taller de Diseño que alteraría positivamente mi rutina. En ese momento Tere me llamó, como si la hubiera invocado con mis pensamientos y quedamos en encontrarnos en Café Atlantique de los Palos Grandes.
Entré a interrumpir y contarles a los músicos ignorando que, de tantas veces que ensayaron, fuese justo ese momento cuando grababan la canción definitiva, otra vez la “Ley de Murphy” hizo de las suyas. Me llamaron “Yoko” a manera de chiste, pero lo más irónico fue que yo no veía a “John” en ninguna parte.
Esa noche, Marlon, Roberto y yo fuimos a encontrarnos con Tere a ese Café lleno de objetos de Diseño, donde hablamos por supuesto del diseño, la familia, la música, de Acarigua, de Caracas, de Milano, de exposiciones y un sin fin de temas comunes a los cuatro, pero el más común e inevitable fue el referente a Chávez y su ineficiente gobierno.
Ya comidos, bebidos y relajados nos retiramos del lugar sin ningún otro destino que no fuese dormir. Al día siguiente ya era domingo, día en el cual Roberto tenía que regresar a nuestra casa, a nuestras hijas y a nuestra vida en Acarigua – Araure. Antes de irse y enfrentar las 4 horas de camino, y yo, a esperar a que llegara el lunes, nos comimos un desayunito en Café Olé del San Ignacio.

Y todo esto ocurría mientras transcurría el Blogstock.

1 comentario:

Edgar Gonzalez dijo...

Seguro que el año que viene si nos vemos en el Blogstock

Y bienvenida una vez más a la criollosfera